La Vanguardia de hoy, 15 de Octubre, recoge en su página también 15 dos fenómenos harto curiosos.

En el primero de los dos artículos de dicha página, Francesc-Marc Álvaro recomienda claramente la obra de Flotats (Stalin) que se representa en el Tívoli, pese a que ayer su colega articulista Joan de Sagarra indicaba ayer sábado desde este mismo diario que "Si lo que le gusta es el buen teatro, no vale la pena que vaya al Tívoli a ver Stalin, de Dugain-Flotats. Es un coñazo."
Quizás por eso Álvaro dice hoy que "..les recomiendo que hagan un caso relativo de ciertas críticas publicadas y acudan al teatro..."
El sábado uno deja por los suelos la obra y el domingo otro la alaba. Bonita dualidad.

Lo que no es tan bonito es que en el artículo de Mariano Marzo "Energía y Pobreza" (segundo y ultimo artículo de dicha página) se diga (¡en dos ocasiones!) que "1300 millones de personas mueren cada año en los países en vías de desarrollo como resultado de la inhalación del humo emitido por la combustión de biomasa en el interior de los hogares". Mucho humo y muchas muertes, creo yo.

Mientras confirmo, si es posible, la validez de dichas cigfras que me parecen realmente erróneas e imposibles, valga la pena señalar un interesante informe al respecto disponible on-line aquí.

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